Parámetros

Determinados a delimitar absolutamente todo, 
establecidos para encausar un orden, para cercar espacios, emociones, experiencias, vivencias, ideas... 
Para generarnos caos, desorden, inestabilidad y muchas veces la imperiosa necesisdad de explotar...
Romperlos, desaparecerlos, moverlos de lugar y trazar unos nuevos..
Y por qué no hacerlo?
  Somos seres humanos, con una capacidad desarrollada de pensar, 
pero ante todo, la capacidad inherente de sentir.
 Somos sangre, somos energía que fluye, inquieta, vivaz... Tenemos la posibilidad de despertar cada mañana, decidir que hacer, para fluir... 
Las convensiones y parámetros, limitan. 
 Trasgredirlos es motivo más que vasto, para ser juzgado, señalado e incluso condenado... 
Nadie, o muy pocos valoran la diferencia, la versatilidad emocional, la multiplicidad de las pasiones, el placer en el hacer... 
La pulsión vida, latente ante tus impulso, mientras que los parámetros, debilitan tus emociones, las desgastan, las corroen, las cansan...
La libertad no solo se trata de hacer lo que se desea, sino, hacerlo sin limitaciones, sin juicios previos... 
Plasmar emociones, romper las convenciones, establecerse emocionalmente... 
Generar incluso, nuevos parámetros, para volver a confrontarlos, 
convertir la aventura de la vida, en una gran Rayuela, hasta llegar a tocar el Cielo...