Tengo un espacio infinito para llenar de tus besos.
Armada una sala, para reposar tu ser complejo.
Una sala de estar, una sala de andar, una sala de vivenciar
lo cotidiano, hacerlo carne e instante.
Tengo millones de ansiedades, que invaden el silencio,
apaciguan mis miedos y enfurecen al deseo.
Un abanico de colores, para pintarme los sueños,
para llenarlos de anhelos y hacerlos eternos.