
Maltrecha y desgastada, mi vasta esperanza perpleja se abandona al desaire de los cielos.
Cuando solo ya detengo todo pulso por vencido, cuando agobiado ando sin rumbo, sin mapa o sin destino.
Cuando de todo lo que gano pierdo, parte de ello en el camino... Cuando de todo suele dolerse, las heridas son abrigo.
Más allá del cometido, el andar es sólo uno, que detiene su paso, y nada contempla.
Y aquí me ves, solo, viejo y abatido... Maltrecho y desgarrado... Camino solo... Solo y dolorido.