
No me da tristeza el adiós
me da tristeza el vacío,
me llena de miedos y dudas.
El recuerdo de cosas vividas,
recabar en mis adentros
y encontrarme enaltecida,
pero sin amor para dar.
O mejor aún, sin poder
ser correspondida.
Pesar en la falta de mérito
para que eso pase.
Me duele que no sea yo,
me siento objeto
y no sujeto.
Me siento abstracta,
intangible.
Y no quiero socavar en mí
misericordias de vidas pasadas.
Se me parte el alma.
Pero como el loto,
nacer del fango y hacer
resplandeciente el color
de mi sonrisa.